martes, 26 de abril de 2011

MAYO



Como Concha con su madre, en otras  casas también se ha comentado el contenido del blog.

Los recuerdos se agolpan en las mentes de nuestras madres, algunos se entrecortan o se mezclan en el tiempo, pero siempre aparece una chispa en su cara cuando hablan de las tradiciones vividas en su pasado, otro tiempo que aunque duro disfrutaban a su manera.

Recuerdan mayo con “el Pabellón y su corona, las canciones y ofrendas de flores.
Los domingos las niñas mas pequeñas ofrecían ramos de flores a la virgen que se colocaba encima del altar que había celante del Sagrario. Ante la imagen  recitaban los versos que sus madres   habían hecho  repetir durante la semana  hasta que fueran aprendidos. Con la consigna de decirlo muy, muy  alto y acompañado de los gestos  recitaban los versos:


”Aunque  soy tan pequeñita y tengo tan poquita voz nadie me gana a decir. ¡¡Viva la madre de Dios!!  “    
 “   Como soy tan pequeñita  y  no tengo vestido azul (blanco) vengo a decir a María  que me tape con su tul (manto)”.


También recuerdan las rogativas: Todo el pueblo acudía, se celebraban muy temprano para que después pudieran ir a trabajar.

Y San Isidro con su procesión por el camino  vecinal hasta las lagunas (ahora secas) y la merienda en las  eras.


                                                               JESUSA



1 comentario:

Javier dijo...

Hay un famoso poema que dice eso de: “Que por mayo era, por mayo, cuando hace la calor, cuando los trigos encañan y están los campos en flor, cuando canta la calandria y responde el ruiseñor…” . Todo un canto a la fertilidad y a la belleza de los campos, con la pasión y la ternura de los enamorados muy a flor de piel. Y es que, en efecto el mes de mayo tiene un atractivo muy especial para una mayoría de personas (alergias y calores aparte). Y es muy acertado lo que contáis de este mes por aquellos años. Las rogativas eran en aquel entonces de obligada convocatoria cuando se advertía de la sequía en los campos y se necesitaba su presencia como “agua en mayo” (como dice el refrán). Y claro, en alguna ocasión el milagro se producía tan de inmediato que, con el santo en rogativa por los campos de los alrededores del pueblo, comenzaba a llover con fuerza y había que salir a la carrera con el santo a hombros camino de la iglesia; una anécdota tan solo. Pero el mes de mayo continuaba y en los campos la vida se multiplicaba, con los nuevos pajarillos que ensayaban ya su salida del nido (…mayo pajarayo). Saludos. JAVIER