domingo, 26 de abril de 2020

Unos habitantes muy queridos en el pueblo



Las cigüeñas siempre gozaron de un cierto cariño para los más pequeños de la casa; y, en especial los cigoñinos, sus crías cuando, apenas unos polluelos, comenzaban a asomar sus cabecillas desde el nido, hacia el precipicio que observaban allá abajo desde la parte más alta de la torre de la iglesia, donde sus progenitores habían construido su nido.  
Y para nosotros, los chavales del pueblo eran también unos habitantes del territorio que nos llamaban poderosamente la atención y a los que siempre admirábamos y tratábamos, aun en la distancia, con un cierto cariño; porque formaban, y siguen haciéndolo hoy en infinidad de lugares, parte inseparable del paisaje a nuestro alrededor. 
Y, particularmente, en los pequeños pueblos, donde siempre a estas grandes aves se las percibe más cercanas, pues su ubicación se la distingue pronto desde cualquier punto, y porque el sonido tan característico que emiten, ese castañeteo tan peculiar cuando hacen frotar o entrechocar sus picos con acusada insistencia a modo de saludo, cuando se encuentran en el nido o como parada nupcial, se escuchan desde cada uno de los rincones del pueblo.
Nosotros, los chavales, las seguíamos de continuo en su evolución, desde que a primeros de febrero llegaba la pareja de cigüeñas y se aposentaban en la torre de la iglesia, las posteriores evoluciones sobre el cielo del pueblo en interminables vuelos de ida y vuelta en la ampliación del nido que ya encontraban hecho en gran parte, hasta que sus crías, cuando adultas, después de varios días de ejercicios y prácticas de alto riesgo en aquellas alturas aprendiendo a volar, llegaba un día en el que, de pronto, habían desaparecido ya del nido.  Y muchos de nosotros nos quedábamos sorprendidos en extremo por la hazaña lograda por tales aves.
Y cómo no, de estas grandes aves nos llamaba especialmente la atención ese sonido tan característico de sus picos, esa especie de tableteo casi continuado –luego, a través de nuestra maestra supimos que se llamaba crotoreo-, y que nosotros decíamos que ya estaban las cigüeñas “machacando el ajo”; porque se parecía mucho al sonido que en la casa escuchábamos cuando nuestras madres machacaban el ajo con el mortero para las comidas.
En aquel entonces, cuando chavales, nos surgían también infinidad de preguntas a este respecto; que iban desde que si sería la misma pareja de cigüeñas la que llegaba al pueblo cada año; que cómo serían capaces de haber construido aquella mole de nido, palo a palo, rama a rama; que si no pasarían frío allá arriba sin ningún abrigo natural.  Y hacíamos apuestas sobre en qué fecha se marcharían del pueblo aquel año las cigüeñas, si aún no habían comenzado los grandes fríos y la temperatura era todavía asequible.
Y luego, nos llamaba la atención también la forma que tenían de alimentar a sus crías, aparte de la gran cantidad de viajes que debían realizar al cabo de los días hasta los lugares donde conseguían la comida, turnándose en esos vuelos para las provisiones tanto el macho como la hembra, que se nos antojaba que lo hacían equitativamente; aunque nuestras discusiones teníamos al respecto sobre cuál de ellas había abandonado el nido más veces en la mañana o en la tarde, dependiendo del momento de la observación.
                    Javier Terán.




jueves, 23 de abril de 2020

Feliz día de Castilla y León



Qué mejor manera de celebrar el día de nuestra comunidad que con  esta 

canción  interpretada por "nuestros" músicos : Vino Aquilino


                                              Gracias Valle, Jesús y Jaime






lunes, 20 de abril de 2020

Mascarillas


Aprovecho esta ventana para comunicar a los vecinos del Ayuntamiento de Quintanilla de Onsoña que desde el Ayuntamiento ponemos a disposición de los vecinos mascarillas y guantes. 

Para ello ponerse en contacto con Mayte Carmona Crespo. 

Sean prudentes para su uso.


                                                          Mayte









sábado, 18 de abril de 2020

Nuevos vecinos


Seguro que habéis oído noticias sobre  animales que toman las calles de las ciudades. 
Pues Quintanilla también  tiene dos nuevos vecinos,una pareja de cigüeñas, esperemos que les guste el pueblo y se queden incluso cuando todo esto termine .






viernes, 17 de abril de 2020

NECROLÓGICA




Siempre es duro perder a una persona que quieres, aunque por su edad sepas que tiene que llegar, que es ley de vida, nunca se está preparado. Pero si sucede en estos momentos de confinamiento será más difícil.

Por eso queremos mandar nuestro mas sentido pésame a toda la familia de Araceli que falleció ayer en Palencia donde vivía hace muchos años.

Un fuerte abrazo en especial para sus hijos Enrique, Magdalena, Alfredo, José Luis, Judith, Araceli y Lourdes.




Descanse en paz.




martes, 14 de abril de 2020

Aquellas otras Semanas Santas



En esta Semana Santa de este año 2020 que nos ha tocado vivir de esta manera tan particular y tan inesperada a la vez –confinados en nuestras casas-, por culpa de este -maldito mil veces seas, coronavirus impropio de estos tiempos-; me ha venido a la memoria aquellas otras Semanas Santas del pueblo cuando chavales, que vivíamos de una forma muy particular y ricas en experiencias.
Porque llegaba la Semana Santa y, aparte de que nos daban vacaciones en la escuela por unos días, todos nosotros estábamos deseando participar en los actos religiosos de la iglesia de una forma directa y activa.
 Y es que colaborábamos, y de buen grado, además, en el momento de recoger en el campo las pequeñas ramas de árbol que, una vez portadas hasta el pórtico de la iglesia, todos los vecinos recogerían el día del Domingo de Ramos y luego se llevarían a sus casas para que les protegiesen durante todo el año.
Y misión nuestra en exclusiva, era recorrer el pueblo con aquellas viejas carracas, que hacíamos sonar con toda la fuerza de la que éramos capaces anunciando a todos que estaban próximos a comenzar los actos religiosos de aquel día; puesto que las campanas de la torre se habían silenciado en señal de luto.
Como también ayudábamos con interés en el momento de proceder en la iglesia, por este mismo motivo del luto, al tapado con grandes telas de todas las figuras de santos que decoraban el frente del altar y las capillas laterales, ayudando en lo que se nos pedía tanto por parte del sacerdote, como por parte de los mozos y personas mayores del pueblo.  Que para esta misión, se tenían que proveer de escaleras y grandes varas de madera para llegar con las telas hasta la altura donde se encontraban estas esculturas.  Toda una obra de ingeniería la que tenían que desarrollar para llevar a buen término esta misión; que a mí siempre me llamó la atención.
Y claro, al llegar la mañana del Domingo de Resurrección, en la propia misa, nuestra era también la misión de ayudar en el momento de destapar a los Santos, quitándoles aquellas grandes telas que les cubrieron durante algunos días.
Otra circunstancia que me llamaba la atención en aquellas Semanas Santas de aquellos años de chaval en el pueblo, era el momento del Jueves Santo en la noche, cuando el cura procedía al rito de lavar los pies a algunos vecinos; siempre me pareció algo excepcional.  Y acto que nosotros habíamos anunciado previamente por todo el pueblo, recorriendo todas sus calles con nuestras carracas en ristre sonando sin cesar, como en una competición a ver quién era capaz de hacerla sonar durante más tiempo.
Claro que tampoco podemos olvidar el gran momento del Vía Crucis del Viernes Santo en el interior del templo, del que participábamos los chavales con el mayor de los respetos, recorriendo con la demás gente del pueblo cada una de las estaciones penitenciales que se mostraban en las paredes de la iglesia mediante cuadros pintados y con figuras alusivas a la Pasión.
Unos días de Semana Santa, en fin, que los chavales del pueblo vivíamos con una cierta intensidad religiosa y familiar; pero encontrando también tiempo para nuestros juegos en la calle y en las eras; extendiéndolos en ocasiones hasta algún cobertizo cercano.


Javier Terán.



viernes, 10 de abril de 2020

Viernes Santo 2020



Ya que este año no podemos vivir juntos la Semana Santa, rememoremos las pasadas, recordando la mañana del Viernes Santo pasado en el que recuperamos la tradición de jugar a  La nita.

Por la tarde como todos los años se rezó el Rosario de La Buena Muerte.
Para que lo recordéis aquí tenéis un fragmento, el primer misterio y la oración final. No hay buenas voces, pero si mucho sentimiento y cariño.



Sirva este video como homenaje, en estos duros momentos, para nuestros mayores que nos legaron esta tradición y en especial aquellos que año tras año nos acompañan cantando:  Jesusa, Florentina, Ana, Eugenia, Nisia, Luisa … y Sine.
Un gran abrazo para ellos.













jueves, 9 de abril de 2020

Monaguillos de pueblo




Ser monaguillo de la iglesia del pueblo tenía su importancia cara al resto de los chavales y resto de los convecinos, y también su responsabilidad en aquellos años, qué duda cabe; vamos, que tenía su aquél.

Porque, aunque en esencia pasábamos casi todos los chavales del pueblo por aquel momento de ayudar al cura en misa, que esa era la razón de ser y misión principal del monaguillo, no a todos les era dado el privilegio de aparecer allí en primera fila, junto al altar de la iglesia, al lado del cura, en todos los oficios religiosos.  Por lo que, a estos últimos, se les relegaba a otras misiones menores en el conjunto de ocupaciones dentro del templo.

Y es que, además, la misión de ser monaguillo tenía también su intríngulis más o menos enrevesado, su ritual y su ensayo previo hasta lograr cumplir la misión con absoluta fiabilidad.  Porque el pasar el atril con el misal de un lado al otro del altar llegado el momento concreto de la misa, sin olvidarse de la genuflexión de rigor, ni caerlo en medio del ritual; o tocar la campanilla de mano de manera correcta y el tiempo exacto en el momento de la consagración; o verter con la vinajeras sobre el cáliz del celebrante la medida exacta de vino y las gotas justas de agua; o colocar la pequeña bandeja debajo de la barbilla del comulgante en el momento justo en el que el cura repartía la comunión; o mover el incensario en uno y otro sentido y alimentarlo oportunamente para evitar que se apagase, tenía su vital importancia y requería una cierta capacitación que sólo los más avispados conseguíamos con el tiempo.

Claro que, además, había otras misiones dentro de la iglesia que también requerían el concurso del monaguillo de turno a la hora de ayudar al cura.  Y eran, por ejemplo, en el momento en el que el sacerdote se revestía con los hábitos para la misa, que debíamos de conocer el nombre exacto de cada uno de sus adminículos y el orden que llevaban para facilitar su labor al celebrante mientras se le iban proporcionando uno a uno.

 Y también, algo que nos gustaba especialmente, que era el momento en el que llenábamos de vino las vinajeras para la posterior celebración de la misa.  Aquí, sí que había peleas, mitad soterradas, mitad a viva voz entre el grupo de monaguillos por querer llevarlo a cabo.  Y es que siempre que el cura se despistaba dentro de la sacristía en los momentos previos a la misa, al que manejaba este elemento casi siempre se le escapaba un pequeño sorbo de ese vinillo tan dulce, mientras el resto de monaguillos se quedaba con las ganas a la espera de otro momento más oportuno.



                                            Javier Terán.











miércoles, 8 de abril de 2020

Voluntariado


Desde la Asociación “Saldaña se Mueve” y en colaboración con el Excmo. Ayuntamiento de Saldaña y coordinados por Cruz Roja Española, a partir del jueves, 2 de abril se pondrá en marcha un servicio de voluntariado para atender las necesidades de todas aquellas personas de Saldaña y Comarca que lo requieran.
Desde este servicio de voluntariado ofrecemos:

1.-Apoyo anímico, charlando por teléfono con todas aquellas personas que vivan solas y quieran contarnos sus, inquietudes, trasladarnos su estado de ánimo o simplemente charlar un ratito para paliar este aislamiento social en el que nos estamos viendo inmersos.

2.- Reparto de medicamentos y alimentos a todas aquellas personas que por diferentes razones no puedan o quieran salir a la calle. 
Podéis contactarnos en el teléfono 979 69 87 80






miércoles, 1 de abril de 2020

cumpleaños abril 2020

FELICIDADES  PARA

 JESUS B (RAQUEL), LUIS P. (FLORENTINA), 

 OSCAR  Y JESÚS V. (AMPARO), EVA (RAMÓN), 

 SORAYA H (PORTILLEJO,CASETA)ANA (CONCHA)

DIEGO (NISIA)FRANCISCO J. CALLEJA (NISIA),  

VICEN Y NAROA (PADRE E HIJA),   BELÉN Y

DAVID (NIETOS EUGENIA). AINHOA (VELILLAS, CASETA)PILI(PILAR),

HUGO (LAURA, MARÍA JESÚS),MARINA(TEOFILA),CONRADO

CARMEN (ANDRES),  JULI (LEONCIO)




Y PARA TODOS LOS QUE CUMPLAN AÑOS  ESTE MES.


Si conocéis a alguien que cumpla  años este mes podéis  felicitarlo dejando un comentario, decid  su nombre y lo pondremos aquí.