Hoy se han dado
cita en Madrid la “España vaciada”. Habitantes de pequeños pueblos que no
llegan a cien habitantes. Pero también de localidades más grandes que también ven
como su población disminuye por falta de oportunidades.
Mayores, jóvenes
y niños, del norte, del sur y del centro de la Península, con una causa común.
Castilla y León también
sabe lo que es tener pueblos casi vacíos. La densidad media se reduce a 39 habitantes por kilómetro
cuadrado lo que hace que los pueblos de menos de 100 habitantes aumenten. El
desierto demográfico avanza en Castilla y León sin que haya soluciones que
puedan revertir esta tendencia.
Entre estos
pueblos se encuentra Quintanilla: 184 habitantes entre las 6 localidades.
Nuestro pueblo, Quintanilla, hace
mucho tiempo que no tiene niños, desde que se fue Miguel, el último niño nacido
en Quintanilla. (Pero no nos ha olvidado, ya que nos visita fines de semana y
en vacaciones)
El trasporte de
viajeros es a la demanda, lejos queda el tiempo en que el Abagón pasaba por la
mañana y por la tarde.
El médico,
tenemos” la suerte” de que aun pasa consulta un día a la semana. (No todas…).
Podríamos seguir
enumerando los servicios que han disminuido con el tiempo lo que no ayuda nada
a fijar la población.
Aun así , tanto los que siguen viviendo en el pueblo
como muchos de los que nos fuimos a vivir fuera trabajamos para mantener y
mejorar el pueblo.
