jueves, 1 de julio de 2021

La llegada de los agosteros




No sabíamos muy bien los chavales de aquellos años explicar el

por qué, pero la llegada de la familiar figura de los “agosteros” a

algunas de las familias de Velillas, significaba que el verano había

comenzado de verdad. Nosotros gozábamos desde hacía algunos

días de las ansiadas vacaciones de verano y disponíamos de todo

el tiempo del mundo para estar en la calle con los amigos,

ocupados en mil batallas de juegos y actividades lúdicas de todo

tipo. Y, aunque sabíamos también que deberíamos arrimar el

hombro en casa en muchas de las tareas y faenas del campo

durante una gran parte de estos meses, nos gustaba el verano

por encima de todo.

Y era matemático durante aquellos años que, cada primero de

julio, apareciesen en el pueblo los agosteros y conviviesen con

nosotros como unos vecinos más. Se trataba de aquellos

jornaleros contratados por algunos agricultores del pueblo para

que les ayudasen en la dura brega veraniega, en los siempre

laboriosos y pesados trabajos de la recolección de la cosecha.

Su contratación, de forma casi exclusiva, había sido apalabrada y

sellada con un simple apretón de manos entre amo y criado el día

de San Pedro en Saldaña, en una de las plazas de la villa a la que,

según mandaba la tradición, debían acudir aquellos labradores

que precisaban de la contratación de algún agostero para las

faenas del campo durante los meses de julio y agosto e incluso

primeros días de septiembre.

Porque los trabajos del campo en estos meses eran continuados y

pesados, se trataba de contratar siempre a mozos bien fornidos

y de potentes brazos, que pudiesen sacar adelante la cosecha

llevándola hasta sus últimos términos, que finalizaba cuando el

grano estaba ya en la panera, hacia los primeros días de

septiembre.

Por lo general, durante estos meses pernoctaban en la propia

casa de quien les contrataba, llegando a formar parte de la

familia como uno más. Y, por ello, estaban presentes también en

las actividades y vida diaria del pueblo. Llegando, en ocasiones, a

formarse parejas tras conocer e intimar con alguna de las chicas

del pueblo.

La figura de los agosteros, andando el tiempo y tras desaparecer

de nuestros pueblos con motivo del avance en la mecanización de

los trabajos del campo, ha pasado a formar parte de la cultura

secular del mundo rural y a quedar en el recuerdo de los más

viejos del lugar.

Pero, qué duda cabe que, durante unos años, contribuyeron a dar

vida a los pueblos durante el verano, cuando prácticamente nadie

acudía a ellos para veranear –tal y como lo entendemos ahora-, y

quienes lo hacían, familiares de alguien que habían emigrado a

otras partes del país, si regresaban al pueblo era para ayudar

también en las faenas de la recolección.


                                        Javier Terán.




CUMPLEAÑOS JULIO 2021

 FELICIDADES   PARA


MARIFE (Rosina), JULIO (Eva), SONIA  (Nieta Ángeles),
  
CHEMA (Maribel), LETICIA (Leoncio), BEATRIZ (Nisia) 

ANA, ANAROSA, BLANCA (Abuela, hija, nieta), 

IVAN  (Chusmari).RAQUEL ,ADRIAN(NIETA Y BISNIETO LUZ).

CLARA MARY (Nea), MERCEDES (Merche, Nea).

RAQUEL (Julián).DAVID (Andrés), RAQUEL (TALI). 

OSCAR,MIRANDA (PADRE E HIJA),LORENA (LUIS MIGUEL)


Y PARA TODOS LOS QUE CUMPLAN AÑOS  ESTE MES.

Si conocéis a alguien que cumpla  años este mes podéis  felicitarlo dejando un comentario, decid  su nombre y lo pondremos aquí. Entre todos podremos completar la lista



miércoles, 2 de junio de 2021

Cumpleaños junio 2021

 FELICIDADES   PARA



FLORENTINA, IRENEA,  MARTA  (Concha)

SUSANA, IGNACIO, (Nietos Isidoro), ISIDRO (Sara), CHEMA  (ANABEL).

MÓNICA (Vicen)  VALLE, CRISTINA, (Madre e hija), PAULA (MARCOS)


PAULINO, CHUSMARI, RAMÓN,LUIS MIGUEL (Antonino), 

 ,
MAURINO (Amparo) , CARLOS (MAITE) , 

 LUISA,JOSE ANTONIO ,ALMUDENA  (ABUELA,HIJO,NIETA)




Y PARA TODOS LOS QUE CUMPLAN AÑOS  ESTE MES.


Si conocéis a alguien que cumpla  años este mes podéis  felicitarlo  dejando un comentario, decid  su nombre y lo pondremos aquí. Entre todos podremos completar la lista.



martes, 1 de junio de 2021

Con flores a María

 “Venid y vamos todos

con flores a porfía,

con flores a María

que Madre nuestra es...”

 

Ésta sería tan solo una pequeña estrofa del otrora famoso poema “Con flores a María”, que en pleno mes de mayo -el mes de las flores por excelencia-, los escolares de Velillas, al igual que ocurría en cientos de localidades más, cantábamos en la iglesia en la misa mayor, con la emoción puesta en cada uno de los versos, ante la figura de la Virgen colocada sobre unas andas en un puesto de privilegio al lado del altar mayor, y que el resto del pueblo acompañaba también con sus voces, resultando un conjunto sonoro de bonita armonía que trasladaba su eco por todo el templo, convertido así en perfecta caja de resonancia.

Pero no era éste el único poema que los escolares le dedicábamos a Élla durante ese largo mes.  Porque, había unos cuantos más que, previo ensayo con la maestra en la escuela, algunos de nosotros le recitábamos a la Virgen, entre el nerviosismo y el orgullo por haber sido elegidos para ello.  Y es que el momento requería alguna dedicación extra por nuestra parte, pues era menester aprenderlo de memoria a la hora de recitarlo.

Entretanto, en el exterior, principalmente en las eras y los prados de alrededor, se estrenaba con fuerza la primavera, haciendo que comenzasen a brotar infinidad de flores; entre ellas las margaritas, que poblaban estos espacios de una manera muy visible, y que eran el signo y señal que nosotros teníamos a mano para advertir bien a las claras que la primavera estaba ya presente en el pueblo.

Flores del campo que recolectábamos en grupo y que pasaban a formar parte, igualmente, de nuestro ofrecimiento a la Virgen, tras confeccionar un colorido ramo de flores que depositábamos a sus pies con todo el cariño del que éramos capaces.

Y como ya en mayo la temperatura exterior había subido unos cuantos grados con respecto al invierno, invitando a estar más tiempo en la calle y a salir al campo y admirar su belleza, los chavales aprovechábamos la ocasión y hacíamos grandes caminatas por los alrededores del pueblo.  Pero como no era nuestro signo estar ociosos durante esos paseos, en el trayecto íbamos atentos a los pájaros que pudiesen salir volando de entre los ramajes, hierbas y zarzas del camino, pues sabíamos que tras ellos podíamos descubrir algún nido de estos pájaros, con sus crías ya salidas del cascarón; pues de sobra conocíamos que este llegar a la vida de las nuevas crías de las aves del campo se producía justo durante el mes de mayo.

Así que observábamos a los polluelos recién nacidos, teniendo la precaución de no tocarlos ni maniobrar en los alrededores del nido, pues se nos había dicho que si lo hacíamos y sus progenitores se daban cuenta de ello, podían hasta llegar a abandonarlos a su suerte cuando regresasen para alimentarlos.  Por lo que, lo único que hacíamos entonces era observarlos durante unos instantes y localizar visualmente el lugar exacto para regresar días posteriores para ver su evolución.

El campo, entretanto, veíamos que gozaba ya de un verdor espectacular, lo que nosotros relacionábamos de una manera directa con un pronto final de curso en la escuela y todo un largo verano para nosotros, aunque también sabíamos que tendríamos que ayudar en casa en las faenas del campo y posteriormente en la era. 


                                                                   Javier Terán.