¿Para cuándo un
sencillo encuentro DIY, sea de lo que sea, en Quintanilla de Onsoña?
Se extiende el
movimiento DIY (Do it yourself-Hazlo tú mismo) gracias a YouTube, Pinterest y
las alternativas a estos. Gracias a estos portales de la Internet social, quien
navega puede encontrar consejos para decorar, para hacerse unas placas
fotovoltaicas caseras o una estufa por tres euros para exteriores, además de
miles y miles de ideas más que van de la decoración a la construcción. En el
popular portal de vídeos, los youtubers de mayor interés reúnen seguidores que
se cuentan por centenares de miles. El que escribe estas líneas, que descubrió
el movimiento DIY hace tres años, recomienda por su sencillez y maravilla el
montaje de una agradecida radio galena (sin pilas, sin red eléctrica, puro
ejercicio de electromagnetismo) con solo tres componentes o el oscilador de
bloqueo que permite el aprovechamiento de pilas aparentemente gastadas. Al
respecto, YouTube dispone de varios vídeos que lo explican.
Asociaciones y
servicios culturales, sean públicos o privados, deben estar atentos a esta
tendencia de ocio. En Estados Unidos y Canadá ya la han incorporado algunas
bibliotecas. Aquí, alguna institución cultural del medio rural (Fundación
Cerezales Antonino y Cinia, de Cerezales del Condado) ya ha incorporado
certámenes de creaciones de hardware libre (especialmente con las placas
programables Arduino o Raspberry Pi). Pronto al hardware libre llegarán las
FPGA.
Este movimiento
está llevando a construirse un dron casero, un robot, un dispositivo para el
Internet de las Cosas, producir biodiésel casero, etc.
Existieron
antecedentes del movimiento DIY en las décadas de los 70, 80 y 90, pero
desconocidos para casi todos, frecuentemente relacionados con el movimiento
hippie. El surgimiento y popularización de YouTube o Pinterest, entre otros
portales, ha llevado a que cada vez más personas descubramos excelentes ideas a
modo de pasatiempo útil.
Carlos Pérez
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