Tenemos suerte de tener bosque en
Quintanilla de Onsoña.
El fenómeno del “shinrin-yoku” tiene
futuro como actividad en el medio rural. Es una práctica nacida hace más de 30
años en Japón, que traducida literalmente significa “tomar la atmósfera en el
bosque” o también “baño de bosque".
Al precio de 25 euros por persona, algunos
emprendedores rurales guían pequeños grupos por los bosques: los turistas son
paseados un rato por el entorno y se les hace abrazar los árboles poniendo
mucho énfasis en que deben notar su energía y cuestiones similares.
Algunos emprendedores aseguran para
practicar el “shinrin-yoku” no hace falta tener conocimientos previos.
Darse un "baño de bosque" puede
ser una receta muy útil para combatir situaciones de ansiedad o de estrés. Se
trata de un modo de turismo sostenible.
Es, el de la salud y el bienestar, uno de
los servicios más importantes que presta la naturaleza, pero quizás también uno
de los más desconocidos; de momento, porque en algunos ámbitos de la sanidad
comienza ya a hablarse del "déficit de naturaleza" como un problema
nuevo que vincula la falta de contacto con esa naturaleza y determinados
síntomas característicos de la vida más urbanita.
Carlos
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