Las cifras de desempleo nos dicen que ya superamos los seis
millones de desempleados, según la EPA, o estamos en los 4.724.355 parados
(inscritos en las oficinas de empleo en setiembre de 2013). Los jóvenes
titulados se marchan por decenas de miles a buscar empleo en Alemania, Reino
Unido y otros países, y que agotado el modelo económico fundamentado en la
burbuja especulativa de la construcción y del turismo barato de sol y playa, el
país está obligado a buscar otras alternativas productivas.
Nuestra querida localidad de Quintanilla de Onsoña, con los
otros cinco pueblos del término municipal, llegó a contar con 874 habitantes en
1910. Esta cifra de pobladores se había reducido a 351 en 1981 y a 205 en 2012.
Los datos nos dicen que la despoblación y el envejecimiento, que amenaza a toda
la Castilla rural (salvo contadas excepciones), también se ceba en nuestro
pueblo.
Lo dramático de estas cifras parece dejar poco espacio para
la esperanza, las localidades del término municipal de Quintanilla, y su
entorno comarcal, cuentan un enorme potencial que, aprovechado de manera
inteligente, puede generar oportunidades de empleo y de actividad económica, lo
que es la única manera de garantizar un futuro viable para los seis pueblos.
¿Cuáles son los nichos de empleo y riqueza en los seis pueblos quintanillenses?
Probablemente los pueblos tienen su mejor posicionamiento en una gestión
moderna, eficiente y sostenible de sus riquezas tradicionales, las mismas que durante
mil años permitieron ganarse la vida a nuestros antepasados de la comarca de la
Vega-Valdavia.
La agricultura cerealista y la ganadería extensiva ha sido
una actividad fundamental de los quintanillenses durante siglos. Las
explotaciones ganaderas, respetuosas con el medio ambiente, que compensen
adecuadamente la ocupación del territorio y de los pastos públicos y
particulares, seguirán siendo probablemente una alternativa económica
fundamental para los seis pueblos quintanillenses. Por otra parte, las
localidades, situadas en un entorno natural y paisajístico privilegiado, están
bien ubicadas para servir de punto de partida para conocer la comarca, lo cual
ofrece la alternativa del turismo rural, sea como actividad principal o
complementaria. Por esto, porque el término y los de alrededor ofrecen muchos
atractivos, deben promocionarse los numerosos recursos que esconde el término
municipal quintanillense, actualmente poco difundidos, como el turismo
ornitológico, la micología, las construcciones etnográficas, etc.
Obviamente, la explotación de todos los recursos vinculados
al sector forestal (madera, biomasa, recursos cinegéticos, resina...) ha sido,
es y será fuente de riqueza. La extracción de resinas naturales, la fabricación
de pellets, la fijación forestal de dióxido de carbono, la gestión sostenible
de la caza, la producción de madera de calidad certificada (avellano, cerezo,
nogal) o la gestión sostenible del medio ambiente, están generando empleo en
localidades similares a Quintanilla. Además de las actividades tradicionales,
es evidente que los seis pueblos pueden ser un lugar ideal para fijar su
residencia profesionales de muchos oficios, ya sea vinculados con la
construcción, el mantenimiento en edificaciones, los talleres, las obras, la
atención a los dependientes y mayores, etc... en el entorno comarcal, como
siempre ha ocurrido, o vinculados con profesiones que pueden ejercer
actualmente su labor en gran parte a distancia (arquitectos, artesanos,
artistas, diseñadores, distribuidores, economistas, escritores, informáticos,
ingenieros, periodistas, profesores, etc...), siempre y cuando puedan contar de
forma garantizada con una conexión a internet segura, potente y de calidad.
Pero además de las actividades económicas tradicionales,
debidamente actualizadas a los tiempos contemporáneos, la modernidad nos trae
mil y una ideas innovadoras.
En el sector primario, el cultivo y venta de hongos
comestibles, la huerta ecológica, el cultivo de frutos rojos, cría de cabras
alpacas, el cultivo del amaranto o la cría de caracoles. En el sector
secundario, la fabricación de cerveza artesanal, la construcción de casas de
madera, las granjas de producción de huevos ecológicos, la fabricación de
carbón vegetal, los cultivos hidropónicos, la fabricación de aguardientes, la
deshidratación de hortalizas, la fabricación de pellets, la generación de humus
de lombriz, los invernaderos de flor, la producción de leche de avena, la
producción de leche de yegua, el compostaje de materiales orgánicos
fermentables, la industria de la madera estructural o las plantas envasadoras
de productos hortícolas. En el sector terciario, destaca la asistencia a
domicilio, el comercio de proximidad, la embotelladora de vinos, la gestión de
servicios múltiples, la secretaría virtual, el turismo activo, colonias
escolares, la asistencia a domicilio, el buscador de empresas de reparación y
de talleres, los campamentos para la tercera edad, la comercialización de
productos locales, el comercio de proximidad, la consultoría de empresas, la contabilidad
on-line, la edición de libros on-line, la gestión de servicios múltiples, la
lavandería industrial con alquiler de ropa, la piscifactoría, la repostería
on-line, la residencia de la tercera edad, el ocio activo y gimnasia para
mayores, el servicio de peluquería a domicilio, el taller a domicilio, la
tintorería, la venta de figuras de madera, la venta de productos on-line o las
ventas rústicas.
El que desee obtener más información puede echar un vistazo
en los siguientes portales de internet:
Tras repaso el potencial económico de los seis pueblos, cabe
decir que aunque la realidad no invita al optimismo, otras comunidades
similares a la nuestra (Aragón, Extremadura), que han optado decididamente por
promover políticas activas de dinamización económica, de creación de empleo, de
atracción de nuevos pobladores, de incremento del número de empadronados, de
cooperación económica con los municipios de su entorno, de puesta en valor de
sus recursos tradicionales, etc... Han conseguido superar las tendencias
decrecientes y depresivas y ofrecer un futuro de esperanza e ilusión a sus
localidades.
Además de los recursos materiales, los seis pueblos cuentan
con un potencial inmaterial incalculable, que es la capacidad y laboriosidad de
sus gentes, la mayor parte de los cuales ya no viven en los pueblos la mayor
parte del año, sino que residen en las capitales y algunos en el extranjero.
Estos cientos de paisanos son gentes de éxito, reconocidas profesionalmente,
con formación académica notable, emprendedores afortunados, trabajadores
infatigables, que han triunfado a cientos o miles de kilómetro. Ese capital
humano es el mejor tesoro, hoy por hoy manifiestamente desaprovechado.
Debe optarse porque Quintanilla y los otros cinco pueblos
del término municipal no sean un pequeño mundo
menguante, acotado para un número cada vez menor de familias, un pequeño
geriátrico a cielo abierto, que se incorpora al exterior durante quince días en
agosto, o arriesgarnos en la apuesta por un espacio abierto y plural, que
atraiga familias, iniciativas, gentes, empleo, nuevos empadronados,
inversiones, crecimiento... poniendo toda nuestra creatividad y todos nuestros
recursos en la laboriosa pero apasionante tarea, no solo de recordar nuestra
venerable historia, sino de construir un futuro incierto pero sugerente para
los seis pueblos.
Por Carlos Pérez
1 comentario:
Muy bien, Carlos, la exposición me parece correctísima e interesantísima. Pero claro, solo como teoría y posibilidad a largo plazo, utópico, en definitiva. Porque, el llevarse a cabo cualquiera de las empresas o actividades comentadas, resulta casi imposible en estos tiempos, por razones obvias.
Pero bueno, para que algo pueda llevarse a cabo, lo primero es tener las ideas y darlas a conocer. Que de esta forma, puede surgir alguien que tome la iniciativa y se lance como “emprendedor” en nuestra tierra. Que así sea. Saludos.
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