martes, 1 de noviembre de 2011

LA OBLADA



Aprovecho este día de Todos los Santos, ya en su tramo final, para evocar una tradición de nuestro pueblo que, a buen seguro, la mayoría de los que visitamos este blog recordamos. Quién de vosotros no recuerda “LA OBLADA”. Era un pan que cada feligrés llevaba a la iglesia, como ofrenda a los difuntos, el día de los Santos y que también estaba presente en la misa del día siguiente, día de Los Difuntos. Luego el sacristán o el cura (en mi época lo hacía D. Manuel) lo llevaba a su casa, lo troceaba y repartía entre la chiquillería, que por entonces no era poca. ¿Cuántos recordáis todavía su sabor?! Y eso que se trataba sólo de un trozo de pan! Muchas veces me he preguntado si serían “tantas bendiciones” lo que cambiaría su sabor, lo cierto es que estaba muy bueno y que ninguno perdonaba el trozo que le correspondía.

Y, puestos a evocar este día, seguro que todos los de Quintanilla conservan en su cabeza el “toque de difuntos” que durante todo el mes de noviembre nos ofrecía mi tío Sine(al parecer ante lo hizo Ángel Relea) y que, durante unos minutos, nos hacía temblar de miedo y llenaba el aire de tristeza.

Hoy estas costumbres, como tantas otras, ya sólo están en nuestro recuerdo, en el que espero permanezcan .


                                                                    RAQUEL

2 comentarios:

Javier dijo...

En mi caso, algún recuerdo sí tengo de esta tradición de la “Oblada” que relata de forma tan fidedigna Raquel, y que parece se me han despertado con más insistencia al leer este comentario en fechas tan apropiadas como estas. Y, en efecto, eran unos panes especiales que se fabricaban para esta ocasión tan específica, que era esta del día de los difuntos.
Los hacía, claro, nuestro panadero de referencia, Antonino, de Quintanilla; y eso del sabor especial que parecían tener, también lo recuerdo o, por lo menos, a nosotros así nos parecía. Y que los llevábamos a la Iglesia también como ofrenda, y que se repartían luego, también. Era una tradición que los chavales esperábamos cada año con ilusión. Un saludo. Javier.

Tomás B dijo...

Sobre la "Oblada" algo recuerdo de pequeño en Gozón. Recuerdo lo de llevar el pan a la iglesia, pero lo que se hacia con el o como Javier dice era especial tampoco recuerdo nada.
Sobre el sabor del pan que nos decía Raquel quizás seria que el pan de antes estaban echos con harinas de otro tipo de trigo y quizás la levadura mas natural.
En cuanto al toque de difuntos que tras casi 50 años en Gozón se ha recuperado.
Saludos.