Hace 45 años el hombre pisaba la luna
por primera vez; el acontecimiento más importante después de aquella hazaña
ocurrió el pasado 12 de noviembre.
Ciertamente se han lanzado más de 6000
satélites al espacio, se han colocados varios vehículos en el planeta Marte,
Venus y satélites de Saturno, e incluso hay ya dos sondas fuera del Sistema Solar:
eso es llegar lejos. Pero todo eso es técnica y científicamente “pan comido”
comparado con aterrizar en un cometa de 4 km de tamaño situado cerca del
planeta Júpiter: y lo vimos en directo; bueno “casi” porque la señal tardaba
media hora en llegar, dada la distancia astronómica a la que esto estaba ocurriendo.
Veamos el periplo seguido para tal
hazaña: hace ya 10 años se lanzaba la sonda Rosetta desde la Tierra. Durante 10
años estuvo “dando brincos” entre planetas y asteroides e incluso varios años
en hibernación, y llegó por fin a un cometa que podría calificarse de “pedrusco”,
para orbitarle y dejar caer otra sonda, llamada Philae, más pequeña sobre su
superficie. Philae pesa 100 kg en la Tierra pero tan solo 100 gramos sobre el
cometa: vamos, como dejar caer una pluma desde una distancia de 22 km. Por
cierto, que lleva arpones para clavarse a la superficie y poder taladrar el
suelo para estudiarlo. Y todo eso con la tecnología de hace más de 10 años. En
nuestra casa no tenemos estos ordenadores porque ya los hemos tirado a la
basura por obsoletos.
Y esto… por qué es importante?
Los cometas son los cuerpos más
interesantes del sistema solar porque son la materia prima inalterada con la
que se formaron los planetas: un excelente laboratorio para analizar los
materiales del origen de la Tierra. Además, transportan sustancias orgánicas de
gran interés y que muchos científicos piensan podrían ser la semilla de vida en
otros lugares del espacio. Sin duda, esta semana el hombre ha hecho historia.
Muy prometedores los próximos meses para avanzar, a pasos agigantados, en el
conocimiento más básico.
Las tres fotografías.
1.
La primera imagen es un “autorretrato”
de Rosetta, la nave principal, con el cometa al fondo (un selfie según los
ingenieros de la ESA).
2. La
segunda foto es Philae (la pluma de 100 kg en descenso) tomada por Rosetta, que
se queda orbitando.
3.
La tercera es una foto de Philae, ya
posado sobre la superficie y tomada por Rosetta.
Abel