La elaboración de productos naturales está en auge. Hasta
hace escasos cinco años, nadie había oído hablar de la cerveza artesana, tan en
boga en nuestros días, y que se apunta como una de las actividades económicas
con potencial en el medio rural. Experimenta un crecimiento imparable, de la
mano del e-commerce, de venta por medio de internet.
Pero si se está elaborando más y más cerveza artesana, ¿por
qué no elaborar otros productos artesanos? Me refiero a cremas, geles, champús,
suavizantes, fragancias, productos lavavajillas, detergentes, cremas de belleza
y cosmética, productos de parafarmacia... de elaboración artesana..
Los productos de higiene artesanos son ciertamente un nicho
de actividad económica que el medio rural puede y debe aprovechar.
La cosmética natural no debe contener ingredientes
sintéticos susceptibles de afectar a la
salud de quien lo usa, como serían los parabenos, ni cualquier derivado
del petróleo. El lenguaje ecológico únicamente puede usarse cuando, como
mínimo, el 50% de los ingredientes vegetales proceden de cultivo ecológico.
En la cosmética natural, introducir un extracto natural a un
producto no es suficiente para que éste sea considerado natural: es necesaria
una concentración de más del 95% de ingredientes naturales.
En la actualidad, ninguna normativa prohíbe etiquetar un
producto con el adjetivo natural o ecológico. Para 2017 o 2018, una nueva norma
entrará en vigor para regular el uso de natural y ecológico, y normalice su
empleo para finalizar con las dudas del consumidor. De momento, lo más seguro es emplear marcas y productos
certificados, porque nos garantizarán los estándares del producto si no se es
expertos.
Producir estos productos naturales en el medio rural es un
plus, porque refuerza mucho el carácter natural.
Por Carlos Pérez
No hay comentarios:
Publicar un comentario