lunes, 2 de diciembre de 2013

CARTA DESDE LIMA

Lima, 30 de septiembre de 2013

            Queridos vecinos y amigos de Quintanilla:

Os envío mis saludos y recuerdos desde Lima, a donde llegué el 7 de septiembre, todavía con el eco de la fiesta de agosto en la que me despedí de todos vosotros. Espero que os encontréis todos bien.
 Me imagino que ya estaréis preparando con todas las ganas e ilusión el programa de San Andrés que, al igual que la fiesta del verano, es una gran ocasión de encuentro y convivencia festiva y alegre para todos vosotros. ¡Ya me gustaría estar ese día! Ya que no puedo, al menos me haré presente con esta carta.

He llegado bien al Perú; llevo tres semanas tomando contacto con esta realidad y poniendo en orden los documentos que se exigen en este país. La próxima semana ya iré a mi destino, que es una parroquia que tenemos en una zona marginal de Arequipa en el sur del país y que es la segunda o tercera ciudad más grande del Perú. La parroquia se llama El Buen Pastor y tiene media docena de iglesias-capillas en los diferentes barrios; la población de la parroquia, por supuesto, es de muchos miles de habitantes. Os prometo enviaros datos más concretos e informaros mejor cuando llegue.

Una de las primeras cosas que he querido hacer al llegar a Lima, has sido visitar a la familia al niño que elegimos este año: JOAQUÍN DÁMASO CONTRERAS de 7 años, y del que os hablé en la misa de agosto. Lo he hecho en compañía de la catequista que descubrió esta familia tan necesitada. Os mando fotos y una carta de su madre en la que os agradece la ayuda y explica un poco sus necesidades. Voy a contaros algo más de ellos.

Viven en la periferia sur de Lima (distrito de Chorrillo) en la ladera de un monte, todo de roca. La situación es verdaderamente lamentable. Lo primero que me he dicho al conocerles es ¡qué difícil es ayudar a los que más lo necesitan cuando ellos no ponen de su parte ni lo más mínimo! Os explicaré el por qué.
La familia (7 niños y 2 adultos) vive en una casita de madera con el suelo de cemento que les ha construido la parroquia y que tiene una única habitación de 4 mts por 2,5 donde hay unas literas, un infiernillo (cocina de petróleo) viejo, y unas cajas de cartón; nada más; la habitación sirve de todo: dormitorio y comedor, aunque sin mesas ni sillas; todo se hace encima de las camas. La habitación, tenía todo el suelo lleno de basura. Fuera tienen más terreno, y es donde tienen una letrina muy primitiva y algunos trastos inservibles. ¡Ah!, también tienen un par de perros que no tienen más que el pellejo, y, por la pinta, un montón de enfermedades. ¡Pobres perros y pobres niños que los tienen encima todo el día!

Al padre es difícil encontrarle en casa. Hemos hablado con la madre y nos ha dicho que los chicos no estaban yendo al colegio porque estaban enfermos; hemos preguntado en el colegio y nos han dicho que no van casi nunca y cuando van no se comportan bien; además deben varias cuotas que aquí tienen que pagar incluso en los colegios públicos. También deben al comedor popular donde recogen algo que comer. Hemos hablado con las mujeres del comedor, y nos han dicho que les podrían ayudar más si colaborasen con el trabajo como otras socias, pero la madre no lo hace (en parte se comprende porque tiene que atender a los niños más pequeños).

Como veréis es gente muy pobre, pero que tampoco sabe poner de su parte lo que le corresponde. Hemos decidido usar la ayuda vuestra de manera que se la condicionemos a que pongan de su parte lo necesario en el colegio, en el comedor y en sus obligaciones con la comunidad vecinal, como es el caso del agua y desagüe que están empezando a instalar. Como veréis es realmente difícil porque además de ayudarles, sobre todo hay que educarles. Por eso, no les podemos entregar el dinero a ellos, sino que estamos pagando las deudas del proyecto del agua y desagüe (200.- dólares como cada vecino), del comedor y del colegio a partir de marzo cuando comience el nuevo curso (los niños ya han perdido el curso). Gracias a Dios, hay gente de la capilla más cercana que dedica tiempo para visitarles y motivarles, convenciéndoles de la necesidad de que los chicos vayan al colegio y que los padres sean más conscientes y responsables.
Hasta ahora se han gastado 300.-€ de los 515.-€ que disteis en la colecta de agosto. También se les ha comprado un recipiente de plásticos grande para el agua, una manguera, una mesa y unas sillas. Lo que queda servirá para pagar las cuotas del colegio, material escolar y la alimentación del niño JOAQUÍN, que tiene 7 años, durante todo el próximo curso.

Espero que la realidad que os describo no os desanime. Al contrario, que os animéis más a echar una mano dándoos cuenta del doble objetivo que podemos conseguir con el dinero: ayudarles y educarles para que salgan de su postración económica y se integren en la educación de los hijos y en la vida de la comunidad vecinal.

Bueno, por hoy me despido. Os recuerdo a todos con mucho cariño. Recibid un abrazo todos vosotros, especialmente los mayores. Seguiré contándoos cómo me va en mi nuevo destino, y yo estaré muy atento a la vida del pueblo a través del blog que espero no descuidéis. Hasta pronto.






En las fotos podéis ver el entorno de la casa donde viven, sus hermanos menores, y otra foto con su madre.

                                                









                                                     Conrado Franco









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