El pasado domingo, uno de junio, fue un día grande para Velillas del Duque, un día de fiesta por todo lo alto. Un día de esos que pudiera decirse que ocurren una sola vez en la vida, siendo bastante reales en la apreciación.
Porque el pueblo entero estuvo de fiesta con tal motivo, pues solo se hablaba del acontecimiento desde primera hora de la mañana, te encontraras con quien te encontraras.
Y es que se trataba, nada más y nada menos, que de reunirnos en el pueblo los antiguos chavales y chavalas –convertidos ya en todo unos hombres y mujeres de bien-, que acudiéramos en aquellos años 60 de feliz recuerdo, a la escuela mixta de Velillas para, en esta ocasión, realizar un merecidísimo homenaje a nuestra maestra de aquel entonces, Dª Carmen Benito –la Señorita Carmina para todos nosotros en aquel entonces-.
Un extraordinario y exquisito homenaje, preparado hasta en el último detalle, que hizo saltar la emoción en el rostro de la homenajeada, y una grata y reparadora vuelta hacia atrás en nuestras mentes –sus alumnos-, hasta situarnos en aquellos años de nuestra asistencia a la escuela –la cual, para nuestro disfrute, aún sigue en pie-, con motivo y ocasión de las infinitas anécdotas de aquel entonces que salieron a relucir a lo largo de toda la jornada, la cual veíamos paso a paso cómo se nos quedaba escasa en horas para tanto como teníamos que recordar y volver a vivir, tanto nuestra maestra como nosotros, sus alumnos y alumnas de aquel entonces.
Los actos se desarrollaron uno a uno en un ambiente de total camaradería y buen humor, con la emotividad siempre presente y a flor de piel en muchos momentos; en especial cuando volvimos a pisar el suelo de nuestra escuela a la que, en el pasado, asistimos a diario todos nosotros durante aquellos primeros años de nuestra apasionante aventura estudiantil, con nuestra maestra al frente, objeto ahora de nuestro homenaje más sincero por sus continuos desvelos para con nosotros, sus aventajados alumnos de Velillas del Duque.
JAVIER
4 comentarios:
Hola, Javier.
Has logrado que recordemos nuestro pasado, por aquella época. Parte de la etapa de nuestra niñez. También conocimos a la Srta. Carmina (vuestra maestra). ¡Qué suerte poder encontraros a través de los años!. Comentar el pasado... Aquel pasado limpio, que todos llevamos dentro. Nosotros también recordamos a nuestro maestro (D. Isaías), con cariño. Sí, fue un buen maestro. Siempre he agradecido su labor y el esfuerzo que hacía por enseñarnos. Trabajo nada fácil, ni antes ni ahora. Gracias, Javier, por transportarnos un rato a la niñez...
Saludos. Consuelo.
Bonitas palabras, Consuelo, las que has escrito con motivo de mis líneas enmarcando ese homenaje que hicimos en Velillas a nuestra maestra de aquel entonces, la Srta. Carmina -como bien dices-, y que también nos trasladan a aquellos años de nuestra escuela de Velillas, que transcurrirían de forma parecida en todos los demás pueblos de nuestra Comarca. También yo recuerdo a vuestro maestro (D. Isaías), bien conocido también en Velillas.
Resultó todo muy bonito para todos nosotros junto a nuestra maestra; de ahí que se me ocurrió relatarlo para constancia en este Blog, muy leído, por cierto, por los habitantes de la Comarca, allá desde donde quiera que se encuentren.
Saludos. Javier.
Por motivos personales hace mucho tiempo que no visitaba el blog así que como dice el refrán más vale tarde que nunca.
Vaya también mi pequeño homenaje a doña Carmina ( como la llamábamos), ya que también fue mi maestra (durante un curso), a la que recuerdo con mucho cariño y agradezco el esfuerzo y dedicación que invirtió en mi formación y educación en valores y que de alguna manera forman parte de mi posterior formación.
Un cariñoso saludo
Concha
Enhorabuena Quintanilla por vuestras fiestas llenas de actividades y parece que muy concurridas, pero solo por jovenes?, que suerte el único pueblo en el que no hay gente mayor y ¿niños?
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