viernes, 5 de abril de 2013

Semana Santa 2013


Los actos  de Semana Santa en Quintanilla no tienen gran relevancia pero sí son entrañables y se viven intensamente especialmente por los más mayores del pueblo.
El jueves comenzaron  los actos” los Santos Oficios” que este año han sido por la mañana, no como  tradicionalmente se hacían por la tarde, trasladando el Santísimo al Monumento.




El viernes se lee la Pasión en los actos de la mañana regresando el Santísimo al Sagrario en el Altar Mayor. Por la tarde se quedó para cantar el  tradicional Rosario de la Buena Muerte aun que la lluvia torrencial que caía a esas horas, como en la mayoría del país, hizo que muchos no acudieran pero las pocas asistentes lo rezamos con buena intención y gran devoción.



El sábado por la tarde-noche terminan los actos de esta Semana Santa.

Hace años, en  el Domingo de Resurrección se celebraba la procesión del Encuentro: Salía la imagen de la Virgen del Rosario con un manto negro y la del niño Jesús, esta portada por los niños, cada una por una calle y se producía el encuentro entre cánticos.


Estas son algunas de las estrofas.

Contener Dios amoroso

Nuestra excesiva alegría

Por haber resucitado

Dentro del tercero día

¡Oh qué mañana tan fresca!

¡Oh qué mañana de flores!

Para la Virgen María

Ha amanecido señores

Quítate ese manto negro

Y revístete de gala

Que viene resplandeciendo

el que tú muerto llorabas

Ya se encuentran hijo y madre

En la calle la amargura

Ya todo será placer

Y eternamente dulzura.

Las puertas están abiertas

Doncellas vamos entrando

De rodillas por el templo

Y agua bendita tomando.

Buenas y felices Pascuas

Les deseamos los presentes

A nuestro párroco amado

Y a todos sus feligreses.
………

Seguro que leyéndolo os acordáis de más estrofas y del orden de ellas, si lo compartís podemos intentar recuperar al menos la letra de aquella procesión.

Gracias a Sine y Ana por hacer memoria para que no se pierda parte de nuestra tradición.






1 comentario:

Javier dijo...

De ese aspecto marcadamente entrañable que hablas de la Semana Santa de nuestros pueblos, guardo todavía algunos recuerdos, también entrañables, de aquel entonces. Curioso era, por ejemplo, el hecho de “tapar” o “cubrir” los Santos en sus hornacinas durante esos días, con aquellas grandes telas oscuras en demostración de luto; y que luego se destapaban el sábado de gloria con gran alegría. Y para los más pequeños, entrañable era también el momento de sacar las carracas, en silencio durante el resto del año y, con su particular sonido, convocar al pueblo a los oficios de esos días en la iglesia, puesto que las campanas permanecían en silencio.
Ahora, lo que más nos impactaba a muchos de nosotros, unos chavales todavía, era el momento en el que, el jueves santo, el cura lavaba los pies a algunos vecinos en la propia iglesia, toda una demostración de fe y entrega a los feligreses.
Y eso sí, el domingo de resurrección todo cambiaba de pronto y la alegría volvía a los rostros de mayores y niños. Saludos entrañables.