miércoles, 25 de febrero de 2015

El bosque de ribera, otro reclamo turístico de Quintanilla de Onsoña




Quintanilla cuenta con una fachada fluvial de más de 7 kilómetros, contando únicamente los que corresponden al río Carrión . 
El río Carrión, llamado río Mayor en Quintanilla, debe su nombre a los bosques de alisos que caracterizan su valle medio.
Los romanos lo denominaban como "Flumine Carrio", derivado del término "carrio" o "carr" que significa aliseda y avenida de agua en lengua céltica occidental.
Los bosques de ribera o sotos son bosques caducifolios que crecen a ambos lados de los cursos fluviales sobre suelos que, a partir de una cierta profundidad, suelen estar empapados de agua procedente del río o arroyo vecino (agua freática). La  riqueza en nutrientes minerales que caracteriza los suelos formados a partir de sedimentos traídos por las aguas fluviales (aluviones) hace que las alamedas, del río Carrión y sus afluentes, puedan alcanzar fácilmente gran altura. La vegetación de los bosques de ribera está adaptada a las inundaciones periódicas que pueden tumbar o arrancar árboles y arbustos.
Son bosques frescos y sombríos, con suelos inundados varios meses del año, en los que también crecen abedules, álamos, chopos, cola de caballo, endrinos, fresnos, juncos, lúpulo, madreselvas, majuelos, menta, mundillos, nueza, olmos, rebollos, rosaledas, salgueras, saúcos, zarzales, etc.
Las alisedas suelen tener áreas turbosas y pequeños humedales con carrizos, espadañas y juncos de varias especies.
Desde hace ya muchos años, esta fantástica vegetación de ribera está acompañada plantaciones de chopos. El antiguo chopo lombardo ha sido sustituido por especies híbridas clonadas dado su mayor rendimiento maderero.
Las olmedas, de negrillos, que existieron han corrido aún peor suerte, por ser su madera muy apreciada y por la grafiosis.
La fauna de esta vegetación de la ribera está formada por ánades reales, andarríos, cigüeñas, chochines, cucos, garzas reales, lavanderas, mirlos, mosquiteros, oropéndolas, pollas de agua, pinzones, pito real, ruiseñores...  Además de estas especies, estos bosques cuentan con invertebrados, que son la alimentación de varias especies de peces (trucha, barbos, bogas, cachos, bermejuelas y gobios). Esta fauna cuenta con incursiones esporádicas en sus aguas de nutrias y una amplia variedad de anfibios y reptiles.


                                                                                                   Carlos Pérez


                                                                                                                    

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