domingo, 23 de febrero de 2014

Carnaval, Carnaval…


En breves días, ya mismo como quien dice, volverán los Carnavales a hacerse presentes en el ritmo habitual de la calle, con lo que ésta cambiará de pronto su tono ordinario y rutinario de común para hacerse festivo, rompedor y hasta transgresor, que de esto último se trata en esencia el Carnaval, de transgredir y desobedecer de alguna manera la norma establecida, valiéndose para ello de máscaras, mascaritas y disfraces de las más variadas y dispares hechuras, que abundarán por doquier.
Y aunque la “juerga” carnavalesca no tenga tanto arraigo en nuestra Comarca como lo pueda tener en otras zonas del país, sí tiene sus claros y fieles seguidores que permiten conservar la tradición; en ocasiones a duras penas por la falta real de personal.
Aún con el recuerdo en nuestras mentes de aquel famoso y tradicional “domingo gordo” de antaño, coincidente en el calendario de la fiesta con el domingo anterior al martes de carnaval, en el que los chavales y chavalas del pueblo echábamos el resto tratando de conseguir de casa en casa las viandas que nos permitirían una colosal y pantagruélica cena, los tiempos modernos propiciaron un cambio en las costumbres y todo discurrió por derroteros muy diferentes.
Aunque, para orgullo nuestro, el rastro de la fiesta se haya conservado en esencia a lo largo del tiempo, lo que en verdad resulta importante, pues de otro modo no podríamos estar diciendo ahora que “ya es Carnaval...”
Por ello, ahí va mi deseo de unos felices días de Carnaval para las buenas gentes de nuestra Comarca que, sin dudarlo un solo minuto, regresarán a su tierra estos días para celebrar unas horas de jolgorio, con cambio de rol incluido, tras un atrevido disfraz que ayudará lo suyo en el momento de la transgresión de la norma y la distorsión permisiva de la realidad.  Porque no todo va a ser austeridad penitencial en estos entornos nuestros.
Saludos.

Javier


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