jueves, 13 de junio de 2013

Para cangrejos, los de antes



“Para cangrejos, los de antes…”, no cesan de decir una y otra vez los más viejos del lugar en nuestros pueblos y en los de alrededor, cuando se abre la veda para su pesca y escuchan decir que los pescadores de estos crustáceos hoy se han levantado a no sé qué alta hora de la noche para coger un sitio en el coto de pesca, esperando a que se aprecie apenas en lontananza un ápice o resquicio de la salida del sol y poder entonces echar los reteles al agua en número de ellos previamente autorizado.
“Para cangrejos, los de antes”, vuelven a reivindicar estas mismas personas.  Que hubo tiempos en los que echabas unas horas en la tarde tan solo tu grupo de reteles, mismamente en los arroyos cercanos al pueblo –y no digamos ya si se hacía en el río-, y era una gozada comprobar cómo salían varios ejemplares de cangrejos en todos ellos, y en buen número en ocasiones.  Y, sin ningún tipo de salvedades, ni de acotaciones, al fardel, saco o talega con ellos; que luego ya se daría buena cuenta de ellos en las casas de familiares y amigos.
“Para cangrejos, los de antes”, se escucha una vez más en el sentir del pueblo; y no los de ahora, los que han dado en llamar cangrejo “señal” o cangrejo “rojo”, que son los que ahora pueblan nuestros ríos. 
Que buena pifia nos hicieron en los años 70 sobre todo con importar a nuestra zona y tratar de repoblar nuestros ríos con el llamado cangrejo rojo americano o de las marismas, que produjo un rápido efecto devastador en nuestra especie autóctona que quedó prácticamente esquilmada de por vida.
Pero como todo cambia y los tiempos son los tiempos y son lo que son, esto es lo que tenemos y nos queda ya para seguir practicando esta bonita afición de la pesca del cangrejo a retel, todo un arte de antaño. Aparejo éste, que en aquellos tiempos nos tejían maravillosamente en casa nuestros abuelos, con aquella aguja especial de madera que tan bien manejaban.

                                                          Javier



6 comentarios:

Tomás B dijo...

Aunque no sea un mozalbete soy de la misma opinión, solo decir que pase de un buen aficionado a dejar de practicar este arte de pesca.
En cuanto a la confección de las redes en casa era mi madre la encargada, tendría que haber aprendido o quizás lo deje por no ser útil, de echo creo que aun hay hilo y la aguja de plástico por casa.

Un saludo.

Javier dijo...

Pues entonces, amigo Tomás, la cosa está hecha: Tienes hilo y tienes la aguja de tejer, así que, si tienes ganas de ello, siempre se está a tiempo de aprender... (je,je,je).
Animando el "cotarro"....
Saludos.

Consuelo dijo...

¡Cuántos recuerdos vienen a mi memoria con lo de la pesca del cangrejo a retel!. En casa, no confeccionaban la red, los compraban en Saldaña. Cuando era niña, me gustaba mucho ir a pescar. Todos los años por la época, sacaban la "licencia". Recuerdo que mi madre q.e.p.d. y la Sra. Esther, pasaban la tarde de los domingos pescando. Nosotros, siempre que podíamos, íbamos con ellas. Era emocionante ver cómo sacaban los reteles y se encontraban en ellos algunos cangrejos, que habían acudido al olor del "cebo". Se decía que caían más cuando "salía el cierzo".
Todavía me sigue gustando. Para mí, aquellas tardes, son inolvidables, y... sí, yo también opino que, "para cangrejos, los de antes".
Abrazos.

Javier dijo...

¡Qué curioso! resulta; pero leyendo estas emotivas y sentidas líneas de Consuelo, llego a la conclusión de que este arte de la pesca de cangrejos a retel, como que fuera desde siempre practicado también por las mujeres en un alto número. Y, en cambio, el de pescar peces a caña, como que fuera más propio de hombres. No sé, recordando todo esto ahora y retrotrayéndolo a aquella otra época del pasado, así creo verlo. ¿Qué pensáis el resto?. Sería un bonito debate, ¿no os parece?.
Saludos.

Consuelo dijo...

Pues sí, desde mi punto de vista, Javier, tienes buena parte de razón. La pesca de cangrejos a retel, le gusta a muchas mujeres, aunque está claro que hay muchos hombres a los que también les atrae y practican ese arte.
Respecto de la pesca de peces con caña, no conozco ninguna mujer que practique esa actividad, con eso no quiero decir que no las haya.
Habría que analizar el por qué de la notable inclinación más por una modalidad que por la otra, y eso puede ser más complicado.

Tu reflexión me parece acertada.

Saludos.

Javier dijo...

Pues fíjate, Consuelo, por más vueltas que le doy al tema, tratando de encontrar una, siquiera, mínima explicación, no consigo, no acierto a encontrar ninguna razón, no ya de peso, sino incluso mínima, que me parezca válida para explicar esta curiosidad (las mujeres parecen inclinarse más por pescar cangrejos a retel que peces a caña), o lo que es lo mismo (hay más hombres que pescan peces a caña que mujeres). Alguien puede aportar algo al asunto que nos traemos entre manos?. Saludos.