miércoles, 27 de marzo de 2013

OLVIDOS


Es para mí una satisfacción ver todo lo que ponéis en el blog de nuestro querido pueblo. Noticias, fotografías, comentarios, etc. etc. Todo tiene un valor extraordinario.

Javier, aunque sea un poco tarde, quiero darte la enhorabuena por tu relato, que leí hace unos días. ¡Bien merecido tienes el premio!
¡Qué bonito! Has “retratado” con maestría hechos que también acaecían en la mayor parte de los pueblos de alrededor. Se vivían tantas situaciones parecidas… La fiesta del patrón de los labradores, San Isidro, con lo que ello suponía… rogativas con el Santo por la tan ansiada lluvia… “El Valle” en Saldaña… Las campanas “tocando a primeras”… Los medios de transporte… etc. etc.
Desconocía la estrategia de D. Mariano, con el “mazo de espigas”, ¡genial!
Lo dicho, enhorabuena y gracias por hacernos recordar cosas tan entrañables.

También quiero felicitar a David Argüelles Redondo y José Chávez, por su libro “Guijarros”.
Cuando vi el título, me gustó. Para mí, la palabra guijarros es especial. Incluso tengo algunos poemas relacionados con los “guijarros”. (Al final de este comentario, os dejo uno de ellos).
Al ver el libro, me dije: ¡qué pequeño es!. Y es cierto, es pequeño, pero he de decir que, es un GRAN libro. Se compone de retazos de historia con acertadas ilustraciones. La historia vivida por un niño que pasó tiempo en Velillas del Duque, pudo ser igual en Quintanilla, Gozón, Villaproviano, etc. Ha plasmado los recuerdos de una forma original. Su lectura enriquece e invita a la reflexión. Os animo a que lo leáis.

Un abrazo para todos.






OLVIDOS

Por esta vereda triste
de nostálgicos hallazgos,
por ese llano en penumbra,
por estos callados altos,
por esas mieles de tierra
y por estos sotos blancos…
gimes, cual ave enjaulada
prisionera del asfalto,
sabiéndote ausente un día
y ver a tantos y tantos,
advirtiendo que no hay nadie
que por ti derrame llanto…

No temas los menosprecios
de los escombros del páramo.
Deja correr entre brisas
la sonrisa de tu llanto.
Mira en silencio las burlas,
ignora si están burlando.
Observa el amanecer
de pétalos deshojados.
Pregunta a la luna llena
de un atardecer manchado
si ha visto llorar un día
a las espinas de un cardo…
sentirás cómo responde
que también lloran callando…

Camina por tu sendero
de luciérnagas y nardos,
y, recuerda, que algún día
cuando te alejes del páramo,
llorarán a borbotones
por tu ausencia, los guijarros.



Mª Consuelo Relea Bores

1 comentario:

Javier dijo...

Muchas gracias Consuelo por tus palabras. Me alegro de que te gustase mi relato. Como todo relato, tiene parte de experiencia, de realidad,digamos; y parte también de invención adaptada. Pero, en esencia, su conjunto sirve para poner en valor una tradición muy apegada a nuestras gentes y a nuestros pueblos. Saludos.
Javier