miércoles, 20 de marzo de 2013

Feliz primavera

CUENTO: LA LUNA Y EL HUESO DE ACEITUNA

Dedicado a todos los que piensan que ya no tienen edad para cuentos.

Esta es la historia que no hace mucho tiempo me contó la luna :
Iba la luna llena, esplendorosa y refulgente, en una de esas noches últimas de invierno, límpida y callada, sin apenas estrellas, pues iba la luna  paseando entre los olivares de los 
campos de Andalucía cuando oyó un leve sollozo, se acercó y bajo un majestuoso olivo un diminuto hueso de aceituna lloraba desconsoladamente.

¿Qué te pasa, pequeñín?, preguntó maternalmente
Estoy triste, comenzó a explicar, he estado durante todo el verano y el otoño  creciendo sobre el olivo, he contemplando el alto vuelo de los pájaros, he sentido la fuerza del viento entre las ramas , he escuchado las bellas historias  que los animales cuentan sobre sus viajes lejanos, y ahora que he caído, ahora que solo me queda seguir mi destino, echar raíces, mi sino no me reserva ninguna de esas experiencias maravillosas.
Contestó a luna: 
Ten paciencia, aprende a esperar, a que el tiempo avance, echa raíces y crece, y mientras tanto
disfruta con el vuelo de la golondrina sabiendo que nunca volarás,
disfruta con los sabios consejos del viento
sabiendo que nunca serás veloz y libre como él,
disfruta con la sabiduría de la tortuga
sabiendo que nunca tendrás tanta experiencia como ella.

Crece disfrutando de lo ajeno, dejándote mecer por el tiempo, aconsejar por la Madre Tierra...
y nunca anhelar lo que no está en tu naturaleza, crece alegrándote de la dicha ajena.
Unos irán , otros nuevos aparecerán, siempre distintos, siempre lo mismo
cierra los ojos, en cualquier momento, vuela estando quieto, lejos muy lejos, estando aquí, sujeto a la Tierra.
También de la virtud del otro, se puede hacer un gran acto de placer. 
Cuando todo eso te haga feliz, no necesitarás volar,  y pasarán los días,
el sol nacerá nuevo y distinto cada amanecer y sin darte cuenta te habrás  convertido en un gran olivo.
El viento susurrará entre tus ramas palabras de respeto
un pájaro hará, agradecido, su nido sobre ti
tu tronco servirá de escondite a múltiples animales
los humanos obtendrán maravilloso aceite de tus frutos, te mimarán, te contarán historias de amor, descansarán en tu sobra
y serás símbolo, tótem y orgullo  de todo un pueblo.
Aquella noche el huesecillo se fue a dormir feliz, soñando que ya era olivo.




Esta luna es para ti.

¡Cual diferente son las noches del campo y la ciudad!
si algo fundamental las diferencia
es la luna hermosa, y su presencia,
farolas devoradoras de estrellas
y que a la luna su magia atenúan,
y en el campo por la noche, que paz
pasear bajo su leve luz, detenerse, mirar  su faz
y un cúmulo de emociones
te estremecen todas a la par,
inspiradora de amorosas palabras,
sigilosas caricias, irrefrenables pasiones
a veces, tímida, se queda a descansar
y entonces sus hermanas estrellas
felices refulgen en el firmamento
deseosas de poetas que conquistar.
Eres tú, luna serena
de mis desvelos
compañera
de mis dudas
 consejera
de mis días
 mi esperanza,
en mis soledades
te entrego el alma.
A ti confieso melancólicos sentimientos
remembranzas y nostalgias
de lo que pasó y ya no es
de lo que pudo ser pero no fué.
Fiel amiga, solitaria camarada
en ti confío
secretos de alcoba
secretos del alma
y muchos deseos que
nunca fueron ni serán.



No hay comentarios: